Hola, soy Naty, y esta es la historia de cómo nació Aika.
Aika nació en abril de 2022, en un rincón muy especial de mi casa. No era un gran taller, ni un espacio soñado con paredes blancas y estanterías perfectas… era mi lavadero.
Sí, un pequeño lugar en la terraza, al que llegaba subiendo una escalera con la ilusión de quien está por crear algo grande.
Venía de haber probado con otro emprendimiento antes, pero sentía que algo nuevo quería florecer, algo más mío, más auténtico. Así nació Aika, con el deseo de poner color, alegría y emoción en cada detalle, quería crear cosas únicas y personales, que cualquiera pudiera regalar para dejar un recuerdo imborrable.
El comienzo no fue tan sencillo pero sí lleno de ilusión. Con mis ahorros había comprado mi primera impresora de sublimación, una compu y una plancha para remeras y tazas. No mucho más… pero con eso bastó para empezar.
Al principio, cada pedido era un desafío y una celebración y así fui dando vida a un sueño que creció poquito a poco, con mucho amor y dedicación.
Con el tiempo, fui creciendo gracias a cada uno de ustedes, que confiaron en mí y en mis productos. Pasé por momentos de dudas y crisis existenciales (¡sí, de esas que todos los emprendedores conocemos! 😅), porque en paralelo siempre trabaje en relación de dependencia.
Pero nunca dejé de soñar ni de creer en Aika.
El esfuerzo tuvo sus frutos. Me mudé a una casa más grande y pude dedicar una habitación completa a mi taller soñado.
Hoy, en 2025, miro alrededor y no lo puedo creer: de una impresora pasé a tener cuatro (¡sí, cuatro!), sumé más productos, novedades y mis primeros plotters de corte.
Sigo aprendiendo, capacitándome y buscando siempre nuevas formas de ofrecerles lo mejor.
Aika es mucho más que un emprendimiento. Es mi inspiración, mi motor y mi forma de conectar con quienes valoran los detalles hechos con amor.
Cada pedido que preparo está lleno de dedicación, cariño y gratitud, porque detrás de cada uno hay un pedacito de mi historia, de mis sueños, de mi pasión creativa y de todo lo que me enseñó mi familia:
no rendirme, no dejar de soñar y seguir apostando por lo que amo. 💛
De ese lavadero nació un mundo lleno de color, detalles y emociones — y cada producto que sale de Aika lleva un poquito de esa magia.
